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Pocas cosas hay como la experiencia del dolor.  Todos lo vivimos y tememos volver a sufrirlo. Y algunas personas viven con dolor a diario.  Por eso, los motivos de consulta relacionados con el dolor y las recetas de analgésicos y antiinflamatorios ocupan a los médicos.

Hay alternativas y provienen de todas las tradiciones médicas del mundo: incluyen ayunar de vez en cuando, retirar los azúcares y carbohidratos de la dieta, dejar de comer carne, dormir bien, los paños de agua fría y los extractos botánicos de reconocida eficacia.

Aquí mencionamos varios: se consiguen en forma de gel o ungüentos, en extractos o en cápsulas.

Ginkgo biloba, hakumokuji (Tremella tuciformis), aloe vera, boswellia (Boswellia serrata), capsaicina del ají (Capsicum), jengibre (Zingiber officinalis), té verde (Camellia sinensis), cúrcuma (Curcuma longa), picnogenol del extracto de semilla de uva, quercetina, rutina, astrágalo, regaliz, ginseng siberiano (Eleutherococcus senticosus).

Complejo B, vitamina A, 5,000 a 10,000 U/día, vitamina C, 500 a 2,000 mg/día, vitamina E (tocoferoles mezclados), 400 a 800 U/día.

Carotenoides mezclados, 15,000 a 25,000 U/diarias, un suplemento multimineral, enzimas (bromelina y otras enzimas proteolíticas) glucosamina y condroitin sulfato, niacinamida y probióticos.

Si alguien vive con dolor o le preocupa la eficacia o los efectos secundarios de los medicamentos, debe intentar este manejo alternativo del dolor.