Los cálculos son piedras que se forman a partir de sales que se cristalizan.
Sólo dan síntomas y problemas si obstruyen las vías de salida de la orina. Por eso, a la menor sospecha de cálculos renales le proponemos a nuestros pacientes que tomen un exceso de agua, para facilitar el tránsito de los cálculos y prevenir el dolor del paso de ellos por las vías estrechas.