Los casos de asma requieren una intervención múltiple.
En principio, sirve reducir la exposición a desencadenantes del ambiente, mejorar la eliminación de toxinas por la piel, la orina y las heces, y en muchos casos es esencial retirar de la dieta los alimentos alergénicos que pueden estar en el origen del status asmático.
Algunas de estas medidas pueden ser decisivas para mejorar los síntomas o incluso resolver los casos, pero no sabemos de antemano cuál va a funcionar en un paciente; ya que cada persona reacciona distinto a cada intervención. Por tanto, hay que intentarlas todas.
Además de estos cambios mencionados, se debe intentar un manejo no farmacológico, interviniendo con nutrientes y otros suplementos específicos que también pueden ayudar en muchos casos.
En los ataques de asma sirven los broncodilatadores, los antiinflamatorios y los antihistamínicos. Estos tres efectos se consiguen con fármacos, pero nosotros preferimos buscar alternativas más naturales.
Existen mezclas de extractos botánicos y suplementos que ayudan a resolver los problemas de asma como: Tylophora asthmatica, Boswellia serrata, Picorrhiza kurroa, Piper longa y Quercetin Chalcona.
A continuación describimos el uso de estos extractos botánicos y suplementos que le sugerimos a los pacientes con asma y que puede ser de gran ayuda para reducir los ataques.
El aminoácido N-Acetil-Cisteína
En algunos pacientes, el ataque de asma viene acompañado de secreciones bronquiales y por eso se dice que es una afección respiratoria productiva. N-Acetil-Cisteína, conocido en la farmacia como Fluimucil® que se usa en los hospitales como mucolítico, también se puede conseguir como suplemento y resulta muy útil para limpiar las vías respiratorias.
Omegas
Las mezclas de Omegas, EPA y el Aceite de Krill aumentan la producción de las prostaglandinas antiinflamatorias, ayudando a controlar la cadena de eventos que generan los ataques de asma.
Nutrientes y extractos “adaptógenos”
Un ataque de asma puede estar provocado por el estrés. Por eso hace falta “alimentar” la glándula suprarenal para asegurar una respuesta modulada al estrés.
Se puede conseguir con una mezcla que contenga al menos unos de los siguientes nutrientes y extractos conocidos como “adaptógenos”, que alimentan las glándulas adrenales y normalizan el cortisol:
- Vitamina C
- Tiamina
- Piridoxina
- Acido Pantoténico
- Zinc
Algunos extractos de seis plantas adaptógenas, como:
- Ashwaganda (Withania somnifera)
- Astragalus (Astragalus membranaceus)
- Ginseng asiático (Panax ginseng)
- Eleuthera (Eleutherococcus senticosus)
- Jengibre (Zingiber officinale)
- Regaliz (Glycyrrhiza glabra).
Extractos no farmacológicos: Petasites
En los casos en que los ataques de asma sean frecuentes, puedes intentar tomar al menos 15 mgrs diarios del principio activo de la Petasina (de la planta mantecona) que se vende como Petadolex. Tiene efecto sobre la hiperreactividad de los bronquios.
Este es un extracto de la planta Petasites que inhibe la síntesis de leucotrienos proinflamatorios y promueve el tono normal del músculo liso en las vías respiratorias, ayuda a reducir la intensidad de los ataques de asma.
Calcio y Magnesio
Estos dos minerales ayudan en casos de alergia en general; ya que ayudan a relajar y dilatar las vías respiratorias, reduciendo su inflamación.
Se requieren 500 mgrs de Calcio y 200 mgrs de Magnesio (óxido, citrato o malato) diariamente. Las mejores formas son citrato o malato y en lo posible, no es recomendable el carbonato. Consíguelos en suplementos naturales, simplemente ten presente la cantidad requerida.
Quercetina y Bromelina
La quercetina funciona como un estabilizador de las células que participan en la alergia, llamadas mastocitos y actúa como antihistamínico, por estas dos razones ayuda en casos de asma.
Unos 250 a 750 mgrs diarios de cualquier preparación que contenga al menos Quercetina (quercetin chalcona) Quercetin Phytosome, Quercenase o Curcetín y, si se puede, Bromelina ayudan a reducir el número de ataques del asma.
Esteroles y esterolinas
Los esteroles y esterolinas reducen las citoquinas inflamatorias y ayudan a reducir la frecuencia y severidad de los ataques de asma.
Vitamina C
En el asma y la alergia en general, la vitamina C ayuda a estabilizar las células que intervienen y evitan la descarga de histamina: es entonces antihistamínica y estabilizadora de los mastocitos.
Tomar ácido ascórbico o Vitamina C ayuda a estabilizar los mastocitos, algo que hacen muchos antihistamínicos, es la intervención más simple e inocua que puedas intentar.
Se toman de 6 a 12 gramos de Vitamina C al día (en cualquier presentación). Incluso, hay pacientes que compran Ácido Ascórbico apto para consumo humano y toman 2 cucharadas diarias de este polvo, disuelto en alguna bebida.
Probióticos
La importancia de una flora normal no puede exagerarse. Corregir la deficiencia de flora normal es esencial para reducir la producción de anticuerpos en el intestino y reducir el estímulo básico que está detrás de cualquier proceso alérgico.
Esto es algo que se logra tomando al menos 300 mgrs (o 1,5 Billones de UFC) de un bacilo formador de esporas llamado Bacillus Coagulans. Es quizás una de las mejores maneras de agregar probióticos, pues este bacilo logra sobrevivir al paso por la barrera gástrica y germina en el intestino. Si no encuentras este bacilo, prueba con otros probióticos. Los fabricantes en general aseguran que es mejor tomarlos disueltos en agua y en ayunas.
Clorhidrato de betaína
La falta de ácido clorhídrico estomacal se asocia frecuentemente con el asma. Esta falta se corrige tomando cápsulas de Clorhidrato de betaína con cada comida para mejorar el nivel de acidez en el estómago y promover la producción de enzimas por parte del páncreas.
Piridoxal fosfato y Metilcobalamina
La Piridoxina (en forma de Piridoxal fosfato) y la Metilcobalamina normalizan el metabolismo del triptófano, algo de suma importancia en casos de asma.
Picolinato de Selenio
La deficiencia de antioxidantes se asocia con el asma. Toma Picolinato de Selenio para corregir la deficiencia de este potente antioxidante.
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