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Toma el sol tan pronto puedas cada día, es uno de los rituales más relajantes que hay en la vida. Además de relajar, el sol induce la producción de la vitamina D3, uno de los mejores antiinflamatorios conocidos.  La vasodilatación que produce el sol en la piel (y el calor también) ayudan a bajar la tensión arterial.

La luz del sol en la mañana activa el ciclo circadiano y ordena la producción hormonal y de neurotransmisores, mejorando la resistencia al estrés y el humor. No todos los días amanecen soleados, pero recordemos tomar el sol cada día que aparezca. Mejor si es al aire libre y aun mejor, a pie descalzo en la hierba o la arena.