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El objetivo principal de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es enseñar formas de abordar los pensamientos de manera diferente para que, cuando surja un pensamiento negativo, la persona no tenga que aceptarlo.

La TCC se utiliza para tratar el trastorno bipolar mediante:

  • El abordaje de los síntomas depresivos que ocurren como parte de períodos o episodios de depresión
  • El abordaje de los sentimientos de culpa u otros pensamientos y creencias negativas sobre los episodios maníacos
  • El abordaje de los sentimientos de perder amigos o relaciones

Con esta terapia se puede reducir la angustia general y disminuir los episodios maníacos o depresivos.

También ayuda a crear conciencia sobre el estado de ánimo, las emociones, las sensaciones físicas y los indicadores comunes de un episodio maníaco.

Mirar los pensamientos de manera más objetiva puede aliviar la experiencia de emociones negativas difíciles porque se demuestra que los pensamientos y las emociones están vinculados y se influyen entre sí

La terapia es utilizada a corto plazo y se enfoca directamente en eliminar o manejar problemas específicos. En ella hay contribuciones del paciente y del terapeuta.

¿Cómo funciona?

1. Determinar el problema

Pueden ser síntomas de un problema de salud mental, estrés laboral, de relaciones o cualquier otra cosa que te esté molestando.

2. Examinar los pensamientos, comportamientos y emociones asociadas con estos problemas

Una vez que se identifiquen los problemas, trabajarás con el terapeuta para comenzar a observar cómo estás reaccionando a los pensamientos sobre estos problemas a fin de afectar tus emociones y acciones.

3. Detectar pensamientos, comportamientos y emociones negativos o inexactos

Hay varias formas de percibir o abordar algo que empeora un problema. Esto puede incluir pensar negativamente sobre uno mismo o concentrarse en los aspectos negativos de una situación o un suceso.

4. Cambiar tu reacción

Durante una sesión, el terapeuta trabaja contigo para reemplazar los pensamientos con ideas más objetivas, realistas o equilibradas. Esto puede incluir intentar ver una situación de manera más objetiva, lo que puede generar un pensamiento positivo o al menos fortalecer tus habilidades para afrontar situaciones difíciles.

La terapia cognitivo-conductual puede ser una herramienta eficaz para casi todas las personas en diversas situaciones.

 

Referencias: