Cuando existe una alergia a un alimento, un exceso de metales pesados, un estrés constante y falta de nutrientes esenciales en la dieta, o una infección que desata un proceso autoinmune, en algunos casos se produce una inflamación de la tiroides.
Recordemos que la tiroides es una glándula en la parte frontal del cuello que libera una variedad de hormonas. Estas hormonas ayudan a regular el metabolismo, el proceso que convierte los alimentos en energía. También juegan un papel crucial en las respuestas físicas y emocionales, como el miedo, la emoción y el placer.
La mayoría de los tipos de tiroiditis suelen provocar hipertiroidismo o hipotiroidismo. El hipertiroidismo es un trastorno en el que la tiroides es hiperactiva y produce demasiadas hormonas. El hipotiroidismo es una condición en la cual la tiroides es poco activa y no produce suficientes hormonas. Ambas condiciones pueden causar cambios de peso, ansiedad y fatiga.
¿Qué puede producir un problema de tiroides?
- Infecciones, en especial el virus citomegalovirus y de epstein barr.
- Intolerancia a alimentos, en especial el gluten y los lácteos.
- Disfunciones inmunes por deficiencia de vitamina D, disbiosis intestinal, colon irritable, problemas crónicos de hígado o insuficiencia pancreática exocrina.
- Consumo de aceites como el de onagra y semilla de algodón
Una vez se detecte uno o varios de los factores que produce tiroditis, debemos seguir algunas recomendaciones y protocolos para resolver el problema.
- Identificar y eliminar infecciones. corregir intolerancias o alergias a los alimentos
- Eliminar metales pesados como cadmio, mercurio y plomo, y retirar amalgamas si las hay
- Manejar el estrés y las emociones
- Hacer ejercicio y dieta para tiroides
- Tomar algunos suplementos con nutrientes para tiroides como selenio, zinc, vitaminas A, C, complejo B, tirosina, yodo, cobre.
Normalmente, a una tiroiditis le sigue un hipotiroidismo, que acaba en tratamiento permanente con hormona T4 (Tiroxina). Tratar las causas que dieron origen a esta tiroiditis puede en muchos casos evitar que el tratamiento con hormona tiroidea sea necesario.