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Desencadenantes comunes del asma

Llamamos desencadenantes del asma a materiales, afecciones o actividades que empeoran los síntomas del asma o causan un ataque de asma. Los desencadenantes del asma son comunes, lo que precisamente los hace tan problemáticos.

En algunos casos, evitar todos los factores desencadenantes del asma puede ser difícil. Sin embargo, con un poco de cuidado, puedes aprender a prevenir la exposición a los factores desencadenantes y reducir el riesgo de un ataque de asma.

Disparadores en el aire

La exposición al polen, la contaminación del aire, el humo del cigarrillo y los vapores de la vegetación quemada puede hacer que tu asma se intensifique. Los pólenes son más problemáticos durante la primavera y el otoño y en algunas ciudades, aunque las flores, las malezas y los pastos florecen durante todo el año. Evita estar afuera durante las horas pico de polen del día.

Usa aire acondicionado si lo tienes. El aire acondicionado reduce los contaminantes del aire interior, como el polen, y disminuye la humedad en la habitación o la casa. Esto reduce tu riesgo de exposición a los ácaros del polvo y tu riesgo de sufrir un brote. La exposición al clima frío también puede causar un brote en algunas personas.

Los animales de plumas y pelo pueden provocar asma

Las mascotas y los animales, aunque adorables, pueden desencadenar un episodio de asma en personas que son alérgicas a ellos. La caspa es un factor desencadenante, y todos los animales la tienen (algunos más que otros).

Además, las proteínas que se encuentran en la saliva, las heces, la orina, el cabello y la piel de un animal pueden desencadenar el asma. La mejor manera de evitar un brote de estos desencadenantes es evitar al animal por completo.

Si no estás listo para separarte de una querida mascota de la familia, intenta mantener al animal fuera de tu habitación, fuera de los muebles y fuera de la casa la mayor parte del tiempo, si es posible. Las mascotas de interior deben bañarse con frecuencia.

Encuentra todos los lugares donde haya polvo

Los ácaros del polvo, un alergeno común, adoran esconderse en los lugares y habitaciones que frecuentamos, incluidos dormitorios, salas de estar y oficinas. Compra fundas a prueba de polvo para su colchón, somier y sofá. Compra envolturas de almohadas a prueba de polvo que puedas poner entre tu almohada y tu funda de almohada. Lava la ropa de cama en la configuración de agua más caliente.

Las alfombras y los tapetes también son imanes de polvo. Si tienes alfombras en tu hogar, puede ser el momento de decirles adiós y cambiar a pisos de madera en su lugar.

Evita el moho

El moho y el moho son dos grandes desencadenantes del asma. Puedes evitar brotes de estos factores desencadenantes si conoces los lugares húmedos en tu cocina, baño, sótano y alrededor del patio. La alta humedad aumenta el riesgo de crecimiento de moho y hongos. Invierte en un deshumidificador si te preocupa la humedad. Asegúrate de tirar las cortinas de baño, alfombras, hojas o leña con moho o hongos.

Otros desencadenantes en la casa

Las cucarachas no son solo indeseables; también pueden enfermarte. Estos insectos y sus excrementos son un posible desencadenante del asma. Si descubres que hay cucarachas, toma medidas para eliminarlas. Cubre, almacena y retira los recipientes con comida. Aspira, barre y trapea cualquier área donde veas cucarachas. Llama a un exterminador o usa geles de cucarachas para reducir la cantidad de insectos en tu hogar. No olvides inspeccionar el exterior de tu casa para ver dónde se esconden los insectos.

Otras condiciones pueden causar asma

Las infecciones, los virus y las enfermedades que afectan los pulmones pueden desencadenar el asma. Algunos ejemplos incluyen resfriados, infecciones respiratorias, neumonía y gripe. Las infecciones sinusales y el reflujo ácido también pueden causar un ataque de asma, al igual que algunos medicamentos.

Los perfumes y otros artículos muy perfumados pueden agravar tus vías respiratorias. El estrés, la ansiedad y otras emociones fuertes también pueden provocar una respiración rápida. Esta irritación en las vías respiratorias o la respiración rápida también pueden provocar un ataque de asma. Además, las alergias alimentarias pueden causar un ataque de asma, especialmente si tienes antecedentes de tener una reacción anafiláctica a un alergeno alimentario.

Evita tus desencadenantes

Si crees que tienes asma alérgica, pregúntale al médico si puede hacerte una prueba de alergia. De esta manera, puedes descubrir qué alérgenos hacen que desarrolles un ataque de asma.

Aunque no puedes curar el asma, puedes controlarla. Trabaja con tu médico para identificar tus factores desencadenantes del asma. Evítalos siempre que sea posible, y evitarás brotes y te sentirás mejor.

El disparador que no debes evitar

El ejercicio puede ser un desencadenante común del asma, pero este no debe evitarse. La actividad física es importante para tu salud general y vale la pena correr el riesgo.

Se prudente al incorporar la actividad física, el ejercicio y otras actividades al aire libre en tu vida. Si el asma inducida por el ejercicio es una preocupación, habla con tu médico acerca de los medicamentos que ayudan a prevenir los brotes de asma cuando estás físicamente activo.

…y cuando no puedas evitar los desencadenantes

Algunos desencadenantes son tan comunes que no puedes evitarlos. El polvo es un buen ejemplo. Las personas que son muy sensibles al polvo tendrán dificultades para evitarlo.

En este caso, tu médico puede recomendarte inyecciones para la alergia. Tu médico inyectará pequeñas cantidades del alérgeno en tu cuerpo, y con el tiempo tu cuerpo aprenderá a reconocerlo y a no responder tan severamente como antes. Este tratamiento puede reducir tus síntomas de asma durante un brote y puede hacer que algunos desencadenantes sean más manejables.

 

Referencias