De acuerdo a los gustos, costumbres y condiciones de vida de cada persona, es posible consumir fruta a cualquier hora del día.
Si bien ha existido la creencia de que las frutas se deben consumir antes y no después de las comidas principales, es necesario aclarar que esta creencia es errónea y que su fundamento es principalmente infundado por la idea que si se consume una fruta antes de una comida principal ésta genera mayor saciedad y la persona va a comer en menor cantidad la comida principal.
En éste orden de ideas la fruta aporta las mismas calorías antes, durante o después de cada comida. De igual manera si se consumen en cualquier momento del día. Desde que la persona cuente con la disponibilidad de la fruta y tenga el deseo de consumirla puede hacerlo. Sin embargo, ésta decisión debe ser consciente, no excederse en cantidad y debe ser coherente con el consumo de alimentos del día.