Encuentra en este ejercicio cómo la parte baja de tu espalda se estira, produciendo alivio y reduciendo los dolores.
- Arrodíllate en el suelo, siéntate sobre tus talones y separa las rodillas casi al ancho de tus caderas.
- Inclina tu torso hacia abajo, mientras respiras con calma.
- Pon las manos en el suelo junto a tu torso y deja descansar los hombros en el suelo. Siente el peso de los hombros estirando toda la zona de tu espalda.
- Realiza cualquier ajuste para encontrar más comodidad en la postura, tal vez acercando las rodillas o separándolas.
- Arquea tu cuerpo desde tus caderas, estirando tus brazos y tu espalda enfrente de ti como si estuvieras en la posición que usan los musulmanes para rezar.
- Pon tus manos a “caminar” hacia el frente para estirar más tu espalda baja. Después de sostener esa posición unos 20 segundos, lentamente regresa a la posición original.
- Repite 5 veces.