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No se requiere una dieta especial para las personas con hemofilia A, pero es importante comer bien y mantener un peso saludable. Si tienes hemofilia A, tu cuerpo tiene niveles bajos de una sustancia que coagula la sangre llamada factor VIII. Como resultado, después de una lesión puedes sangrar por un período de tiempo más largo que la mayoría de las personas. También puedes sangrar en tus articulaciones y músculos.

Si tienes problemas para controlar tu peso, los kilos de más no solo ejercen más presión sobre tus articulaciones, sino que también aumentan la cantidad de terapia de reemplazo de factor VIII que necesitas para tratar o prevenir una hemorragia.

Comer una dieta saludable puede fortalecer tus huesos y articulaciones, ayudarte a mantener un peso ideal y disminuir tu riesgo de enfermedades crónicas como diabetes y presión arterial alta.

Si es tu hijo quien tiene hemofilia A, querrás que coma una dieta rica en vitaminas y minerales, ya que es crucial para su crecimiento.

Consejos de alimentación saludable

La calculadora de peso corporal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) puede ayudarte a determinar cuántas calorías deberías consumir diariamente para mantener o reducir tu peso.

A veces es difícil estimar la cantidad de calorías que estás comiendo, tu o tu hijo. Pero es bueno estar al tanto de la cantidad que deben esforzarse en no sobrepasar cada día como una guía general. Empacar el almuerzo de tu hijo, en lugar de que tu hijo compre algo en la cafetería de su escuela, y estar al tanto de los tamaños de las porciones, son formas de administrar mejor cuánto y qué tipo de alimentos están comiendo.

El USDA desarrolló MyPlate para ayudarlo a visualizar cómo se ve una comida saludable. La Harvard School of Public Health junto con la Harvard Medical School crearon una versión modificada de MyPlate basada en la mejor y más actualizada ciencia nutricional disponible. El plato ilustra cómo preparar una comida saludable utilizando una colorida variedad de alimentos:

  • Llena la mitad de tu plato con frutas y verduras, pero principalmente verduras, como el brócoli o las batatas.
  • Elige una fuente de proteína magra, como pescado, pollo, pavo, huevos, frijoles, nueces o tofu. Come mariscos al menos dos veces por semana.
  • Incluye cereales enteros eligiendo los integrales en vez de cereales blancos altamente refinados y procesados.
  • Completa la comida con una taza de leche descremada o baja en grasa, o agua, con el objetivo de evitar las bebidas azucaradas en las comidas.

Al decidir qué alimentos comer, ten en cuenta estos consejos:

  • Elige un arcoíris de coloridas frutas y verduras. Las hojas verdes oscuras son excelentes fuentes de vitaminas, minerales y fibra.
  • Las carnes magras al horno, a la parrilla o a la parrilla son más saludables que las fritas.
  • Los granos integrales, como la avena y el arroz integral, y los panes integrales pueden ayudar a frenar el apetito y estabilizar el azúcar en la sangre. Esto puede ayudar a reducir los antojos de dulces y aumentar tus niveles de energía.
  • Apunta a alimentos bajos en grasas saturadas, pero presta mucha atención al contenido de azúcar. Algunos alimentos anunciados como bajos en grasa o sin grasa pueden contener una gran cantidad de azúcar. La American Heart Association (AHA) recomienda no más de 6 cucharaditas (25 gramos) de azúcar agregada por día para las mujeres y 9 cucharaditas (36 gramos) para los hombres. Una lata de refresco regular de 12 onzas contiene 8 cucharaditas de azúcar.
  • Las grasas no saturadas se consideran grasas saludables. Estas se encuentran en el pescado, el aguacate, las aceitunas, las nueces y semillas por ejemplo.
  • Los aceites como el maíz, el cártamo, la canola, el olivo y el girasol también son grasas no saturadas. Estos pueden ayudar a mejorar tu colesterol cuando los usas en lugar de grasas saturadas y trans, como mantequilla, manteca o manteca.

Alimentos ricos en calcio y hierro

El calcio y el hierro son particularmente importantes para niños y adolescentes. Durante este tiempo, los huesos están creciendo rápidamente. Se requiere calcio para construir huesos fuertes y mantener dientes sanos. Es importante que las personas con hemofilia A tengan dientes sanos, porque la enfermedad de las encías y el trabajo dental pueden provocar hemorragias. Los alimentos ricos en calcio incluyen:

  • leche baja en grasa o sin grasa
  • queso bajo en grasa
  • yogur griego y queso cottage con 2 por ciento de grasa de leche
  • leche de soya fortificada con calcio y jugo de naranja
  • cereales fortificados con calcio
  • fríjoles
  • verduras de hoja oscura como la espinaca y el brócoli
  • almendras

Tu cuerpo usa hierro para producir glóbulos rojos, que transportan oxígeno a los músculos. Cuando sangras, el hierro se pierde. Si tienes un episodio de sangrado, los alimentos ricos en hierro pueden ayudarte a recuperarlo más rápidamente. Los alimentos ricos en hierro incluyen:

  • carne roja magra
  • mariscos
  • hígado
  • frijoles
  • alverjas
  • aves de corral
  • verduras de hoja verde (espinacas, col rizada, brócoli, bok choy)
  • cereales fortificados
  • frutas secas como pasas y albaricoques

El hierro se absorbe mejor cuando comes una fuente de vitamina C junto con un alimento rico en hierro, como:

  • naranjas y otras frutas cítricas
  • tomates
  • pimientos rojos y verdes
  • brócoli
  • melones
  • fresas

Si eres una mujer con un período menstrual abundante, tienes un mayor riesgo de deficiencia de hierro. Debes prestar especial atención a la cantidad de hierro que ingieres en tu dieta.

Alimentos y suplementos para evitar

En general, querrás evitar los alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar. Los alimentos fritos, los refrigerios, los dulces y los refrescos no son parte de una dieta saludable. Está bien consentirse de vez en cuando con un trozo de tarta de cumpleaños o una barra de chocolate, pero esto no debería ser una rutina diaria. Además, limita el consumo de lo siguiente:

  • vasos grandes de jugo
  • refrescos, bebidas energéticas y té endulzado
  • salsas y salsas pesadas
  • mantequilla, manteca o manteca
  • productos lácteos enteros
  • dulce
  • alimentos que contienen grasas trans, incluidos alimentos fritos y productos horneados (pasteles, pizzas, pasteles, galletas y galletas saladas)

Moderar los antojos de tu hijo puede ser complicado. Pero si comienzas a tratar el postre como un regalo especial, no como un hábito diario, puedes comenzar a construir una relación saludable con los postres y otros alimentos azucarados en el hogar.

Considera elegir frutas endulzadas naturalmente como pasas, uvas, cerezas, manzanas, duraznos y peras como una alternativa saludable a los alimentos endulzados artificialmente.

No tomes suplementos de vitamina E o aceite de pescado si tienes hemofilia A. Pueden evitar que las plaquetas se agreguen y formen coágulos. Ciertos suplementos herbales pueden empeorar el sangrado, por lo que no debes tomar un suplemento sin consultar primero a tu médico. En particular, evita tomar suplementos de las siguientes hierbas:

  • Ginseng asiático
  • Matricaria
  • Ginkgo biloba
  • Ajo (en grandes cantidades)
  • Jengibre
  • Corteza de sauce

Mantente hidratado

El agua es una gran parte de una dieta saludable. Tus células, órganos y articulaciones necesitan agua para funcionar correctamente. Además, cuando estás bien hidratado, es más fácil encontrar una vena para administrarse una infusión. Apúntale a tomar de 8 a 12 tazas de agua (64 a 96 onzas) todos los días, más si eres muy activo.

Lee las etiquetas de los alimentos

Las etiquetas de los alimentos contienen mucha información. Al decidir entre productos, presta atención a lo siguiente:

  • cuántos tamaños de porción hay en cada paquete
  • la cantidad de calorías en una porción
  • grasas saturadas y grasas trans
  • azúcar
  • sodio
  • vitaminas y minerales

Querrás limitar tu consumo de grasas saturadas y grasas trans tanto como sea posible. Intenta no consumir más de 6 cucharaditas de azúcar por día si eres mujer, y 9 cucharaditas por día si eres hombre. La ingesta de sodio no debería ser idealmente más de 1,500 miligramos por día para la mayoría de los adultos.

En conclusión

No existen recomendaciones dietéticas especiales para las personas con hemofilia A. Sin embargo, obtener la cantidad adecuada de vitaminas y minerales de alimentos nutritivos y saludables y mantener un peso corporal saludable es clave para prevenir complicaciones.

 

Referencias