¡La buena luz del sol!
¿Sabías que los niveles de presión arterial suelen ser más altos durante los meses de invierno?
Un grupo de investigación británico ha encontrado que el óxido nítrico almacenado en las capas superiores de la piel reacciona a la luz solar y hace que los vasos sanguíneos se ensanchen a medida que el óxido pasa al torrente sanguíneo. Eso, a su vez, disminuye la presión arterial.
En resumen: La exposición al sol y la producción en ese momento de óxido nítrico aumenta la elasticidad de las paredes arteriales y ayuda a normalizar la presión arterial alta.
Según el investigador Martin Feelisch, profesor de medicina experimental y biología integrativa de la Universidad de Southampton, la exposición a la luz ultravioleta podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.
En 2009, un equipo dirigido por Richard Weller, de la Universidad de Edimburgo, demostró que la piel humana y la vasculatura dérmica contienen importantes reservas de óxido nítrico, mucho más de lo que se puede encontrar circulando en la sangre, y que estas reservas podrían ser movilizadas por los rayos UVA onda UV-I radiación.
En conclusión: Una buena exposición al sol en personas con hipertensión es de vital importancia para su recuperación, control y ayuda en su tratamiento. Sin embargo debe ser moderada su exposición, no exceder más de 60 minutos a sol de medio día, y aprovechar más que todo el sol en la mañana.
Referencia:
Ronald Grisanti DC, DABCO, DACBN, MS, CFMP