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Los libros de cocina promueven filetes y pechugas en todas las recetas, pero por fuera de este mundo del supermercado, encontramos las vísceras y otros despojos de los animales que nos comemos. Estos siempre encontraron su lugar en la mesa de los más pobres y allá debemos buscar estos platos, verdaderas transformaciones de la comida que nos alimentan y nos dan identidad. Aquí está una muestra de esa inventiva convertido en un plato delicioso.

Ingredientes

  • 8 pescuezos de gallina
  • 2 tazas de sangre de gallina
  • 2 tazas de arroz blanco cocido
  • 2 tazas de papas cocidas y picadas
  • 1 taza de alverjas cocidas
  • 2 gajos de cebolla junca finamente picados
  • 2 dientes de ajo machacados
  • ½ cucharada de tomillo molido
  • ½ cucharada de orégano molido
  • 1 cucharada de perejil finamente picado
  • 2 cucharadas de aceite o manteca de cerdo
  • vinagre
  • sal al gusto

Preparación

  1. Calienta el aceite o la manteca de cerdo en una olla y sofríe la cebolla junca, ajos, papa y alverja
  2. Añade a esta mezcla el arroz, sangre de gallina – a la que se le ha agregado un chorrito de vinagre para que no se cuaje -, orégano, tomillo, perejil y sal al gusto, revolviendo con firmeza para que no se pegue al fondo
  3. Deshuesa los pescuezos cuidadosamente, para que la piel no se rompa
  4. Anuda los pescuezos por el extremo de la cabeza, justo debajo de esta
  5. Rellena con la mezcla por el extremo abierto y luego cierra con un nudo fuerte
  6. Una vez rellenos y amarrados todas los pescuezos ponlos a cocinar por 30 minutos, en agua o caldo hirviendo. Si prefieres, puedes freírlos por unos minutos antes de ponerlos a cocinar en el caldo.
  7. Sírvelos calientes.

 

 

Fuente: Carlos Enrique “toto” Sánchez Ramos y sinic