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Cuando tienes mareo, ya sea un mareo leve o uno incapacitante, debemos buscar la causa para resolverla.

Un mareo puede ser el resultado de malos hábitos, un efecto secundario de algunos medicamentos o un síntoma de anemia o de disautonomía (nada grave, puede ser sólo falta del aminoácido colina). Está claro que hay más causas médicamente relevantes, pero tal vez lo primero sea intentar descartar estas sobre las que puedes actuar rápidamente.

Medicamentos

Si estás tomando algún medicamento, especialmente aquellos para la tensión arterial, un antidepresivo u otro psiquiátrico, hay que pensar que el mareo puede ser un efecto secundario de la medicación. Lee la literatura sobre ese medicamento y consulta con tu médico, porque si es así, deberías considerar un cambio o un ajuste en la dosis.

Estrés

El estrés crónico provoca una descarga permanente de adrenalina, que en algunos casos agota al sistema parasimpático, que sin poder responder luego con la misma cantidad de acetilcolina, ocasiona mareo.

En estos casos, aumentar el aporte de colina ayuda a que se fabrique acetilcolina y se equilibre la respuesta. También sirve, obviamente, aprender a controlar los efectos del estrés con respiración o a contrarrestar los factores estresantes con algunas de las técnicas y hábitos conocidos.

Deshidratación

La deshidratación es una de las causas más frecuentes de los mareos. La falta de agua y de sales impiden mantener una presión arterial adecuada y ocasionan mareos.

Nada más fácil de resolver: tomando agua, caldos o limonada alcalina, un hábito que necesitas adoptar para mantenerte hidratado correctamente.

Hipoglicemia

En algunos casos los mareos son provocados por hipoglicemia, que reflejan disfunción hepática o pancreática o resultado de malos hábitos alimenticios.

No comer por muchas horas, por ejemplo. Se resuelve como las demás hipoglicemias: comiendo mejor, bajando los carbohidratos, haciendo algo de ejercicio y suplementando con cromo y vanadio para mejorar la actividad del receptor de la insulina cuando consumes carbohidratos.

Anemia

Por último dejamos una causa que debe sospecharse, especialmente en las mujeres, por sangrados uterinos anormales: la anemia. En estos casos, debes considerar una suplementación con hierro, ácido fólico y vitaminas del complejo B… y una mejor dieta.