¿Sabes? Si no puedes cambiar algo, al menos puedes cambiar la manera de pensar. Me estresa que mi hijo no me hable… ¿o será que yo no le hablo a él? Me estresa el transporte… ¿y si cambio el medio de transporte? Me estresa mi trabajo… ¿qué tal si uno mejor me puede estar esperando?. Si nos encontramos en una situación en la vida que no podemos cambiar, lo que si podemos es cambiar la forma de pensar acerca del tema. Un ejemplo concreto: ¿Duermes suficiente? Muchas veces el estrés y la falta de sueño van juntos. Mejorar uno ayuda a mejorar el otro.
Una solución práctica para muchas situaciones que generan estrés. Comienza por preguntarte lo que estás afirmando, incluso de invertir los términos. De esa manera podrías encontrar soluciones. Si, las cosas son como son…o quizás no exactamente. De las muchas fuentes de estrés cotidiano, alguna que cambies te enseñará el camino. Puede que con la práctica encuentres soluciones para otras.
Referencias:
Folkman, S. (1997). Positive psychological states and coping with severe stress. Social Science and Medicine, 45, 1207–1221. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/9381234/
Ballesteros, D. & Whitlock, J.L. (2009). Coping: Stress management strategies. The Fact Sheet Series, Cornell Research Program on Self-Injury and Recovery. Cornell. University. Ithaca, NY http://www.selfinjury.bctr.cornell.edu/documents/distraction-tech-and-alts.pdf
Michie, S. (2002). CAUSES AND MANAGEMENT OF STRESS AT WORK. Occupational And Environmental Medicine, 59(1), 67-72. http://dx.doi.org/10.1136/oem.59.1.67