Cuando surge un desafío, probablemente tengas un puñado de estrategias para ayudarte a enfrentarlo. Incluso si tu enfoque varía ligeramente de un problema a otro, probablemente manejes la mayoría de las dificultades de manera similar.
Podrías, por ejemplo, ser un solucionador de problemas. Al navegar por un desafío o evento estresante, vas directamente a la fuente y trabajas en ello hasta que hayas solucionado lo que está mal o hayas reducido tu estrés a un nivel más manejable.
¿Qué pasa si tomar medidas inmediatas no es tu punto fuerte? Tal vez intentes hackear tus emociones considerando la situación desde una perspectiva diferente o apoyándote en tus seres queridos.
Estos dos enfoques representan dos estrategias de afrontamiento distintas:
- El afrontamiento centrado en el problema implica manejar el estrés al enfrentarlo de frente y tomar medidas para resolver la causa subyacente.
- El afrontamiento centrado en la emoción implica regular tus sentimientos y la respuesta emocional al problema en lugar de abordar el problema.
Ambas estrategias pueden tener beneficios, pero el afrontamiento centrado en la emoción puede ser particularmente útil en ciertas situaciones.
Primero, un repaso a para qué puede servir esto
Las habilidades de afrontamiento centradas en la emoción te ayudan a procesar y superar las emociones y reacciones no deseadas o dolorosas. En otras palabras, este enfoque te ayuda a manejar tus emociones en lugar de las circunstancias externas.
Este enfoque no te ayudará a resolver un problema directamente, pero es una gran herramienta para enfrentar situaciones estresantes que no puedes cambiar o controlar.
Cuando puedes manejar tu respuesta emocional a una situación dada de manera más efectiva, puedes sentirte un poco mejor acerca de lo que está sucediendo, o al menos más equipado para manejarlo.
Una investigación de 2015 sugiere que las personas que tienden a usar estrategias de afrontamiento centradas en las emociones pueden ser más resistentes al estrés y disfrutar de un mayor bienestar general. Estas son 7 de ellas.
1. Meditación
La meditación te ayuda a aprender a reconocer y sentarte con todos tus pensamientos y experiencias, incluso las más difíciles.
¿El objetivo clave de la meditación? Atención plena: reconocer los pensamientos a medida que surgen, aceptarlos y dejarlos ir sin molestarse con ellos o juzgarse a sí mismo por tenerlos.
Puedes practicar la atención plena en cualquier momento y en cualquier lugar, y no te costará nada. Al principio puede parecer un poco incómodo, incluso inútil, y puede pasar algún tiempo antes de que se sienta natural. Si te quedas con él, generalmente comenzarás a ver algunos beneficios en poco tiempo.
Si eres nuevo en la meditación, comienza aprendiendo más sobre los diferentes tipos o prueba este sencillo ejercicio de escaneo corporal .
2. Diario
Escribir un diario es una excelente manera de clasificar y aceptar emociones difíciles.
Cuando algo sale mal, puedes experimentar muchos sentimientos complicados y conflictivos. Puede que se sientan confusos dentro de ti, lo que hace que la idea de resolverlos sea agotadora. O tal vez ni siquiera estás seguro de cómo nombrar lo que sientes con palabras.
El agotamiento y la confusión son sentimientos válidos y pueden ser un buen punto de partida para poner la pluma en el papel.
A veces, escribir tus sentimientos, sin importar cuán desordenados o complejos sean, es el primer paso para superarlos. Eventualmente, puedes descubrir que el diario te ofrece un tipo de catarsis emocional, a medida que purgas las emociones de tu mente y las ingresas en tu diario.
Para aprovechar al máximo el diario, intenta:
- escribir todos los días, incluso si solo tienes 5 minutos
- escribir lo que se te ocurra, sin preocuparte por editar o censurarte
- realizar un seguimiento de cualquier cambio de humor o cambio emocional que experimentes y de cualquier factor que pueda estar contribuyendo al patrón, ya sea tu rutina de ejercicios, ciertos alimentos o relaciones particulares
3. Pensamiento positivo
El optimismo solo no resolverá los problemas, pero ciertamente puede aumentar tu bienestar emocional.
Es importante comprender que el pensamiento optimista o positivo no implica ignorar tus problemas. Se trata de darle un giro positivo a los desafíos y encontrar islas de alegría que te ayuden a superarlos.
Para agregar más pensamiento positivo a tu vida, intenta:
- desarrollar un diálogo interno positivo en lugar de hablar en voz baja
- reconocer tus éxitos en lugar de centrarte en los “fracasos”
- reírte de los errores
- recordar que siempre puedes volver a intentarlo
Todas estas cosas son más fáciles de decir que de hacer, pero con un poco de práctica, comenzarán a sentirse más naturales.
4. Perdón
Es fácil enfocarse en sentimientos de injusticia o injusticia cuando alguien te hace daño o te hace algo desagradable.
Sin embargo, la mayoría de las veces no puedes hacer nada para cambiar el daño que has sufrido. En otras palabras, el daño ya está hecho, y no hay nada que hacer más que soltar y seguir adelante.
El perdón puede ayudarte a soltar el dolor y comenzar a sanarlo. Por supuesto, el perdón no siempre es fácil. Puede llevarte algún tiempo aceptar tu dolor antes de que puedas perdonar.
Practicar el perdón puede beneficiar tu bienestar emocional de varias maneras. Puedes notar:
- reducción del estrés y la ira
- mayor compasión
- mayor empatía
- relaciones interpersonales más fuertes
5. Replantear
Cuando replanteas una situación, la miras desde otra perspectiva. Esto puede ayudarte a considerar las cosas desde una perspectiva más amplia en lugar de quedarte atascado en pequeños detalles, por difíciles o desagradables que puedan ser esos detalles.
Digamos, por ejemplo, que tu relación ha estado sufriendo altibajos en los últimos meses, principalmente porque tu y tu pareja no han tenido mucho tiempo para hacer cosas juntos o comunicarse acerca de los problemas.
De repente, pierdes tu trabajo y descubres que ahora estás pasando mucho tiempo en casa.
No poder trabajar no es ideal, por supuesto, pero por el momento no hay nada que puedas hacer para cambiar esa situación. En lugar de dejar que la frustración y el aburrimiento se acumulen, puedes ver el lado positivo de la situación: ahora tienes mucho tiempo para volver a conectarte con tu pareja y fortalecer tu relación .
6. Sacarlo afuera
Enterrar o alejar las emociones negativas generalmente no sirve mucho para mejorarlas.
Es posible que no notes activamente estas emociones no deseadas si trabajas muy duro para mantenerlas ocultas, pero eventualmente tienden a resurgir.
Mientras tanto, pueden aparecer en forma de:
- cambios de humor
- estrés emocional
- síntomas físicos como tensión muscular o dolor de cabeza
En general, es una buena idea hablar sobre tus sentimientos con cualquier otra persona involucrada en la situación. Es posible que ni siquiera se den cuenta de que tuvieron un impacto en ti a menos que se lo digas.
Comunicar tus dificultades no siempre las resolverá, pero si existe un enfoque para la resolución, es más probable que lo descubran juntos.
Hablar de tus emociones con un ser querido de confianza también puede ayudarte a sentirte mejor, especialmente cuando no hay una buena solución para tu problema. Los amigos y la familia pueden brindar apoyo social y emocional al escuchar con empatía y validar tus sentimientos.
7. Trabajando con un terapista
Algunas preocupaciones serias pueden causar mucha angustia, especialmente cuando no puedes hacer nada para mejorar tu situación.
Tal vez estés pasando por una ruptura, enfrentándote a un problema de salud que pone en peligro tu vida o lidiando con el dolor.
No hay mucho que puedas hacer para cambiar estas circunstancias y lidiar con las emociones dolorosas que surgen por tu cuenta puede ser difícil. Pero no hay necesidad de hacerlo solo.
Un profesional de salud mental de confianza puede ayudarte a manejar la angustia emocional ofreciéndole orientación sobre cualquiera de las estrategias de afrontamiento centradas en las emociones anteriores. También pueden proporcionarte soporte que se adapte más específicamente a tu situación.
Nuestra guía de terapia asequible puede ayudarte a dar el primer paso.
En conclusión
En un mundo ideal, uno debería ser capaz de enfrentar todos los problemas de frente y resolverlos de inmediato. Sin embargo, en realidad, muchos desafíos están fuera de nuestro control. El afrontamiento centrado en la emoción puede ayudarnos a superar estos desafíos y desarrollar resiliencia.
Crystal Raypole ha trabajado anteriormente como escritora y editora de GoodTherapy.
Referencias
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