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Rellenar una ahuyama, un calabacín, una berenjena, un pepino o un pimentón ya es dar un paso en la dirección de un buen plato.  Pero hacerlo a partir de carne seca, de queso conservado, y agregarle sólo un hogao…y después arrimarlo a la candela, es una demostración del mejor arte culinario. 

Así son nuestras recetas tradicionales y esta es una muestra exquisita de ellas.

Ingredientes

  • 1 ahuyama grande o 4 ahuyamas pequeñas
  • 2 tazas de queso blanco rallado
  • 2 tazas de carne de res seca, cortadas en trozos pequeños
  • 1 taza de hogao
  • Sal al gusto

Preparación

  1. Toma la ahuyama y hazle un corte por la parte superior (donde está el tallo) como si quisieras cortarle una tapa.
  2. Saca por el agujero todas las semillas con ayuda de una cuchara y luego lava bien la ahuyama. Reserva la “tapa”
  3. Aparte, mezcla la carne seca con el queso y el hogao, y revuelve bien todo.
  4. Rellena la ahuyama con la mezcla, tapa y lleva al horno precalentado a 300 °F. Si se trata de una sola ahuyama grande, debes dejar hornear por 50 minutos; si se trata de ahuyamas pequeñas, 25 minutos.

Tradicionalmente, este plato se hace en horno de leña o de pan, arrimando la ahuyama rellena a las brasas y cenizas de tal manera que se cocine lentamente, dándole vuelta para asegurarse de que se ase bien por todos lados.

  1. Una vez esté lista la ahuyama, parte en 4 rodajas y sirve. También se puede partir en 4 tajadas a lo largo, para usar la cáscara como plato. Si son ahuyamas pequeñas, se sirven en platos individuales de forma que cada comensal tenga una.

No te vares: puedes usar carne fresca, picada o molida.